Si cuando tenemos algún dolor físico, no dudamos en acudir al médico, ¿por qué cuando sentimos dolor psicológico no lo hacemos? A veces el dolor psicológico puede ser más dañino y más duro de superar, sin embargo existen todavía, en pleno siglo XXI, prejuicios en torno a acudir a los profesionales de la psicología.
Iniciar un proceso psicoterapéutico es como iniciar un viaje hacia dentro para verse, sentirse, y conocerse a uno mismo. El terapeuta te acompaña en este viaje para que poco a poco se amplíe la conciencia sobre lo que nos pasa, lo que sentimos, cómo lo sentimos, cómo lo manifestamos, por qué nos pasa eso, qué queremos hacer con aquello que nos pasa, de qué capacidades disponemos para afrontarlo, de que alternativas disponemos, etc.
¿Cuándo y porqué iniciar una psicoterapia?
- Cuando estamos dispuestos a cambiar.
- Si buscas a alguien que vea tus problemas “desde afuera”. Alguien que sea absolutamente objetivo y no tome partido.
- Si quieres a alguien que te proporcione respuestas sobre una base científica. El psicólogo no es un amigo que te da un consejo según su experiencia mientras tomáis una café, eso está bien, pero a veces no es suficiente. El psicólogo es un profesional que se ha formado especialmente para este trabajo.
- Porque lo que cuentes va a estar resguardado por el secreto profesional: lo que digas y sientas va a estar bajo una absoluta reserva, algo que todos sabemos que no pasa con las amistades ni mucho menos con la familia.
- Porque tendrás un espacio personal y único: en cada sesión el profesional tiene toda la atención puesta en ti y en lo que te pasa.
Acudir a terapia, es por tanto, una buena decisión, que aumentará tu nivel de autoconocimiento, y te puede armar de recursos personales para enfrentarte a tus problemas.